Todos hemos pasado por cambios de etapas en nuestras vidas. Hay etapas buenas que terminan pronto, etapas malas que terminan muy tarde y hay otras que se van apagando o terminando poco a poco.
Algunas de las que terminan lo hacen rápido, sin que te des cuenta, llevándote una gran desilusión. Otras que las ves terminar lentamente, como se acerca su fin, y otras que se intentan prolongar durante más tiempo sin que al final se consiga nada.
Si ese periodo de tu vida termina como lo esperabas, es que ha sido feliz, aunque durante su duración no hayan sido todo cosas buenas.
Lo malo son las etapas que terminan antes de lo que te lo esperas, bien sea con dejadez, mentiras, etc, en las que te das cuenta que has ido prolongándola y prolongándola hasta la extenuación, y al final se ha agotado de una forma muy fea. Esa etapa, aunque fuera de muchas alegrías durante su duración, no es muy buena, porque el final ha sido tosco y malo.
No obstante, hay un dicho que dice que donde hubo fuego, quedan ascuas, y que esas ascuas estén "encendidas durante mucho tiempo".
Para despedirme, haciendo referencia a esas ascuas, una cita de un gran cantante y poeta... si quieres encontrarme, ya sabes donde vivo...
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